miércoles, 16 de junio de 2010
EL EBRO: UN RÍO VIVO. UN RÍO PARA SER VIVIDO
Este curso hemos conocido un poco más nuestra redolada y no lo digo por el nombre de nuestro blog, sino porque nos hemos acercado al Ebro con otra mirada.
El Ebro es el lugar de muchas de las aventuras de los chicos y chicas del instituto, también lugar de pesca y a veces de celebración, como la fiesta de "Los Pastillos" que se celebra en Fuentes. Por supuesto es también fuente de vida para los pueblos ribereños, de él sale el agua para su consumo, para el riego o para la actividad industrial. Por eso mismo que el Ebro es algo tan cercano, puede pasarnos como con tantas cosas que tenemos a nuestro lado, que no las llegamos a valorar.
Este curso hemos desarrollado un proyecto "El Ebro: Un río vivo. Un río para ser vivido", con el fin de conocer mejor ese río, que ha sido cauce de vida, de encuentro de culturas, de lugar de trabajo, de espacio rico en diversidad biológica, lugar de ocio y esparcimiento, generador de historias y leyendas, y hasta provocador, en ocasiones, de desastres naturales, pero siempre cautivador de nuestro interés.
El resultado ha sido muy positivo. Hemos conocido mejor y en más profundidad una parte de ese río que nos une. Rcorrimos el Barrio Morisco de Gelsa, en el 600 aniversario de la expulsión de los moriscos aragoneses. Visitamos el yacimiento romano de Celsa Lépida, en Velilla. Miramos el paisaje desde El Mirador de la Barca de AlForque y desde El Mirador de las Tres Aguas, observando los cambios en su cauce, los meandros, los paisajes de huerta y de secano, los azudes, las acequias. Nos subimos a la recien construida Barca de Alforque, recorrimos sus calles y charramos con sus habitantes. Repasamos hechos históricos, recordados con viejos graffittis. Gozamos en la Isla del Molino de Alborge, de un lugar más parecido a una selva junto al río, que a un sencillo bosque de ribera. En Alborge, "Al-burg", La Torre, para los musulmanes que ocuparon estas tierras hasta el siglo XII, aprendimos la importancia de esos bosques de ribera, ecosistemas únicos, llenos de vida.
Reflexionamos sobre los cambios que se están dando en los ríos, por la contaminación, por las especies invasoras y también por los nuevos usos del agua, acompañados de la gente compromotida de "Voluntaríos".
En Alborge, también vimos la historia y la cultura de un pueblo ribereño viendo sus viejos noriales, el molino harinero y el de aceite. . Entramos en el viejo pozo de hielo o nevera, ingenio medieval para guardar el hielo y la nieve, para aliviar los calores del verano y para usos terapeuticos. Recorrimos también sus calles, que como las de Gelsa, Alforque o Velilla, también susurran versículos del Corán, a la vez que guardan testimonios de un paado rico en tradiciones. La casa de los "Diezmos", los pilones o peirones, dedicados a diversas advocaciones, La Casa del Arco, con unas dovelas muy decoradas y un montón de muestras de arquitectura popular.
De vuelta al instituto, aún pudimos ver el aprovechamiento hidroeléctrico de la central hidraulica de Sástago, con sus edificios modernistas y pasamos por el industrial pueblo de La Zaida, que a pesar de su nombre de princesa mora, es un dinámico pueblo industrial, a la vez que agrícola y ganadero.
El recorrido. aún siendo el que muchos hacemos cada día, al ir de casa al instituto y viciversa, se nos presentó variado y lleno de contrastes. En el centro de la depresión las fértiles huertas, en sus márgenes las áridas tierras, que alternan los campos de cereal con las explotaciones a cielo abierto del alabastro, ese yeso especial que aflora en esta tierra.
Todo un viaje de redescubrimiento de este río, El Ebro, que aún de tanto verlo, no deja de maravillarnos y de sorprendernos.
¡Os invitamos a recorrerlo con nosotros! Os esperamos.
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