¿Qué enseñamos? ¿Qué aprenden nuestros alumnos?

Estos días, por encima de cualquier otra consideración, estoy sintiendo personalmente un profundo dolor por tantas muertes, por tanto dolor, por tanta desesperación como están sufriendo los habitantes de Haiti y por lo que les queda por pasar, aunque sean muchas las ayudas, estatales o personales, que seamos capaces de hacerles llegar.
A la vez quiero compartir otro tipo de pesar, también desde un punto de vista personal. Es el que me produce el pensar que a nuestro alumnado no hemos sido capaceas de transmitirles la suficiente sensibilidad para no quedarse sólo en las teorías de que hay lugares de la tierra donde las placas tectónicas provocan terremotos y desastres sísmicos, o en los maremotos, erupciones volcánicas o ciclones que sufren determinados territorios, sin hacerles caer en la cuenta que detrás de esos fenómenos naturales hay personas, jóvenes o adultas, que sufren, que padecen, viven en la precariedad más absoluta o incluso mueren.
Ayer en una clase de 2º de la ESO, un alumno al ser cuestionado por su escaso interés por aprender, le hablé de Haití. Y él con una desfachatez y una frialdad indescriptible, espetó: ¿Qué es Haití? ¿Dónde está Haití?
Tras mi cabreo y decepción, sólo me consoló pensar que alumnos como éste son los menos y que a él, pudiera ser que no sólo no le interesara saber que és Haiti o quien sufre en Haití, sino que estoy seguro, que no le interesa saber casi nada de lo que en un instituto podamos ofrecerle.