" De Fuentes se va a Roden de Roden a Mediana ,allí me enamore yo. Medianica fue la chanza "

jueves, 17 de noviembre de 2011

“EL CERRICO MORRUDO”

En la carretera de Fuentes de Ebro a Mediana, justo antes de llegar al desvío que nos lleva a Rodén, se aprecia en la vertiente izquierda del valle del Ginel un cerro, cuya forma ha hecho que se le conozca como “Cerrico Morrudo”. En Aragón , lo de morrudo tiene muchos significados., aquí alude a que la cima del cerro sale un poco más que la ladera, como si de un morro se tratara, de unos buenos “morros” o labios en la cara de alguien. Además de por su nombre, es decir por la toponimia, este cerro me trae buenos recuerdos e invito a quien no haya estado en su cima a subir a ella. Se accede muy bien desde la altura del Rodén viejo, al que se llega desde el Rodén nuevo por una buena pista. Desde su cima se puede observar toda la ribera del Ginel, pero también el destruido Rodén, ese pueblo casi olvidado, testigo de la destrucción que le produjo el sinsentido de la guerra Civil, luego también el abandono.
Desde ella se ve como desde ningún sitio, como el hombre es capaz de transformar el paisaje, se dice de humanizarlo, aunque a veces el resultado sea un tanto inhumano. Me refiero a la tajada dada al terreno para hacer posible que pasase el AVE, se ve el viaducto que cruza el valle del Ginel y se ve una joya del pasado: un viejo poblado íbero romano, o lo que queda de él, excavado pero a la vez inaccesible porque está junto al talud del AVE y protegido por una valla metálica. Aún así es un testigo callado del interés estratégico del Cerrico Morrudo y de la vega del Ginel para aquellos primitivos pobladores de esta tierra. Unas últimas pistas para quien se anime a subir a este cerro. Ambas tienen que ver con el suelo que se pisa. ¡Míralo! Verás gravas en la cima del cerro. Te están contando una lección de geomorfología del Valle del Ebro, pues estarás pisando una de las terrazas más altas que el Ebro dejó en su discurrir de miles y miles de años, a la vez que iba excavando los materiales terciarios que colmataban la Depresión del Ebro, cuando perdía capacidad de arrastre por la alternancia de periodos glaciares y otros interglaciares, por las glaciaciones de la Era Cuaternaria. La otra pista se refiere a unas trincheras excavadas en el suelo, recuerdo de esa guerra que acabo con tantas vidas y tantas esperanzas. No hay más que mirar hacia el SE, para entender su misión. Alíi está, fantasmagórico, el viejo Rodén. Pues eso, ánimo y a visitar, con respeto, el Cerrico Morrudo, todo un lujo y a tan sólo un paso del Instituto Benjamín Jarnés de Fuentes de Ebro.

No hay comentarios: